Ten en cuenta…
- Tu relación con el Señor Jesucristo
- Una muestra evidente de una buena relación con el Señor suele ser el compromiso del creyente con la iglesia a la que pertenece.
- Es fundamental mantener un tiempo devocional cada día.
- Los campamentistas observarán con cuidado e imitarán tu actitud hacia la Palabra de Dios, tu forma de hablar con Él, y tu forma de hablar de Él.
- Notarán enseguida la diferencia que existe en tu vida porque perteneces a Cristo.
 
- Tu aspecto
- Está bien aseado; mantén bien ordenadas tus cosas. Los hábitos de los niños en tu grupo reflejarán los tuyos.
- Recibe a los niños con una sonrisa acogedora, no importa como te sientas en el interior.
- Cuida de tener buenos modales en la mesa.
 
- Tus actitudes
- Lealtad al campamento. Quejarse es una infección contagiosa, así que evítalo. Obedece las normas aunque no las comprendas siempre.
- Cuidado con el egoísmo. Tu tiempo no te pertenece. La diversión personal ocupa el último lugar. Interésate en las preocupaciones de los niños, por pequeñas que sean.
- Cuida tus reacciones emocionales. Los niños observarán atentamente tus reacciones ante los sustos, peligros e irritaciones.
 
- Tu entusiasmo
- Es necesario que disfrutes genuinamente de la vida del campo, las cosas rústicas, la falta de vida privada, etc.
- Entusiasmo al trabajar. Tu actitud será más bien: ‘vamos a hacerlo’, y no ‘id, niños, a hacerlo’.
- Entusiasmo al amar a los niños… no sólo sus almas eternas, por las cuales eres responsable, sino toda su persona.
 
- Tu relación con los demás colaboradores
- Procura hacer amistad con los demás colaboradores y aprender algo de cada uno de ellos.
- Intenta llegar a conocer bien al director, comprender lo que él espera de ti y cómo se lleva el campamento en cuanto a programa, normas y metas, para que puedas ocupar tu lugar en el plan completo.
- Usa con sabiduría tu tiempo libre
 
- Tu relación con los campamentistas
- Interésate y ama a cada campamentista bajo tu cuidado; y muestra amistad a todos los demás.
- Interésate por descubrir quiénes son o no creyntes dentro de tu habitación.
- Eres su guía; no su jefe.
- Debes ser amistoso, accesible, digno de confianza, un buen amigo a quien puedan hablar y que cumplirá su palabra.
- Respeta en cada momento a los niños.
- No avergüences, bajo ningún concepto, a los pequeños.
- Está dispuesto a pedir perdón si fuera necesario.
- Evita el contacto físico con campamentistas del sexo opuesto, especialmente con los mayores.
- Ten previsto un plan de seguimiento.
 
- Tu relación con la dirección
- Acepta cualquier indicación u observación. Infórmale de cualquier tema importante.
- Respeta sus decisiones. Si quieres tener autoridad con los niños, sométete a autoridad.
- Colabora con entusiasmo e ilusión con todo el programa.
- Asiste a cuantos devocionales y reuniones sugiera.
- Consultar cualquier decisión o actividad fuera del campamento.
 
