¿Cómo ser un buen monitor?

Ten en cuenta…

  1. Tu relación con el Señor Jesucristo
    • Una muestra evidente de una buena relación con el Señor suele ser el compromiso del creyente con la iglesia a la que pertenece.
    • Es fundamental mantener un tiempo devocional cada día.
    • Los campamentistas observarán con cuidado e imitarán tu actitud hacia la Palabra de Dios, tu forma de hablar con Él, y tu forma de hablar de Él.
    • Notarán enseguida la diferencia que existe en tu vida porque perteneces a Cristo.
  2. Tu aspecto
    • Está bien aseado; mantén bien ordenadas tus cosas. Los hábitos de los niños en tu grupo reflejarán los tuyos.
    • Recibe a los niños con una sonrisa acogedora, no importa como te sientas en el interior.
    • Cuida de tener buenos modales en la mesa.
  3. Tus actitudes
    • Lealtad al campamento. Quejarse es una infección contagiosa, así que evítalo. Obedece las normas aunque no las comprendas siempre.
    • Cuidado con el egoísmo. Tu tiempo no te pertenece. La diversión personal ocupa el último lugar. Interésate en las preocupaciones de los niños, por pequeñas que sean.
    • Cuida tus reacciones emocionales. Los niños observarán atentamente tus reacciones ante los sustos, peligros e irritaciones.
  4. Tu entusiasmo
    • Es necesario que disfrutes genuinamente de la vida del campo, las cosas rústicas, la falta de vida privada, etc.
    • Entusiasmo al trabajar. Tu actitud será más bien: ‘vamos a hacerlo’, y no ‘id, niños, a hacerlo’.
    • Entusiasmo al amar a los niños… no sólo sus almas eternas, por las cuales eres responsable, sino toda su persona.
  5. Tu relación con los demás colaboradores
    • Procura hacer amistad con los demás colaboradores y aprender algo de cada uno de ellos.
    • Intenta llegar a conocer bien al director, comprender lo que él espera de ti y cómo se lleva el campamento en cuanto a programa, normas y metas, para que puedas ocupar tu lugar en el plan completo.
    • Usa con sabiduría tu tiempo libre
  6. Tu relación con los campamentistas
    • Interésate y ama a cada campamentista bajo tu cuidado; y muestra amistad a todos los demás.
    • Interésate por descubrir quiénes son o no creyntes dentro de tu habitación.
    • Eres su guía; no su jefe.
    • Debes ser amistoso, accesible, digno de confianza, un buen amigo a quien puedan hablar y que cumplirá su palabra.
    • Respeta en cada momento a los niños.
    • No avergüences, bajo ningún concepto, a los pequeños.
    • Está dispuesto a pedir perdón si fuera necesario.
    • Evita el contacto físico con campamentistas del sexo opuesto, especialmente con los mayores.
    • Ten previsto un plan de seguimiento.
  7. Tu relación con la dirección
    • Acepta cualquier indicación u observación. Infórmale de cualquier tema importante.
    • Respeta sus decisiones. Si quieres tener autoridad con los niños, sométete a autoridad.
    • Colabora con entusiasmo e ilusión con todo el programa.
    • Asiste a cuantos devocionales y reuniones sugiera.
    • Consultar cualquier decisión o actividad fuera del campamento.